Sin lugar a dudas, la influencia de la autoestima en una relación sexual y de pareja, es bastante significativa. Autoconocernos y autopercibirnos, es decir, el cómo nos vemos o aceptamos a nosotras mismas, y el cómo nos relacionamos con el entorno, es muy importante para nuestro relacionamiento.
Pero, en realidad ¿en qué afecta o no una baja autoestima en el momento en que se llega a intimar con una persona? ¿Qué aspectos influyen en nosotras las mujeres para que no logremos conectarnos y disfrutar? Para poder responder estos interrogantes con mayor precisión, hay que remontarnos a la etapa de la pubertad, un momento especial y trascendental en el desarrollo no sólo de la autoestima de toda mujer, sino también, en el de su sexualidad.
La familia, los amigos, primeras parejas y demás allegados, son personajes fundamentales en dicho proceso, ya que lo queramos o no, fueron quienes aceptaron, reafirmaron, quizá despreciaron o burlaron, todas esas transformaciones físicas que nos fueron sucediendo.
Los primeros encuentros sexuales con nosotras mismas y los demás van llegando, y de ese modo, el amor o repudio por lo que vamos descubriendo de nuestro cuerpo. En muchas ocasiones, inclusive, el espejo comienza a convertirse en nuestro peor enemigo, y empiezan las obsesiones por lo kilos de más y anhelamos bajar de peso y conservar alcanzar una figura perfecta.
Pese a que esta escena la mayoría de mujeres llegamos a vivirla, está claro que es completamente erróneo no salir de ella, puesto que es algo que incide negativamente en la forma en que entablemos relaciones con personas, ya sean amorosas o de simple amistad.
Si no te sentís cómoda con lo que estás viendo en tu cuerpo, revisá, sin caer en exageraciones o en el castigo a vos misma, lo que podrías mejorar para que llegues a establecer la conexión o complicidad ideal con la persona que compartís la cama. Recordá que nos tenés a nosotros, podemos asesorarte según tus necesidades y deseos. Y jamás te olvides lo valiosa que sos: en una vida sexual plena intervienen el erotismo interno y el cómo decidís proyectarte frente a quien querés que te desee, ¡ánimo!